40 Días para sanar el alma 2025

0 de 46 lecciones completas (0%)

Judas y el apego al dinero. El miércoles de traición.

Hoy miércoles también se conoce como el día de la traición ¿Cómo es posible que Judas siendo uno de los doce, tan cercano a Jesús, y luego de recibir el pan de su mano, sea inmune a su santidad, y le traicione? ¿No es suficiente caminar cerca de Jesús? ¿No es suficiente sentarse con Jesús y recibir el mismo pan (la comunión) de sus mismas manos para que el mal no entre en nosotros? Ni su posición, ni ser nombrado apóstol pudo evitarlo. Esto nos muestra cuán vulnerables somos, es la razón por la que vemos tanto a creyentes como a siervos de Dios que comulgan a diario, traicionar su propia fe, a veces por avaricia, tal como le sucedió a Judas. Otras veces vemos cómo personas en nombre de Dios usan la fe de las personas para usar su dinero, ostentar grandes templos, autos y casas a costa de los fieles.

Jesús, al hablar de la traición, se dice que estaba muy conmovido, probablemente su voz se quebró porque las traiciones duelen, era su amigo y discípulo, Jesús veía su maldad, pero nunca dejó de amarlo, quizás más dolor le daba ver lo que le venía a Judas por su traición, porque Dios no nos castiga, nos castigan las consecuencias de nuestros errores.

En el Evangelio se dice que el diablo (diábolos significa división en griego)  entró en el corazón de Judas. Pero no fue una posesión, el mal no puede entrar a nuestro corazón sin nuestro consentimiento y sin antes abrirle una puerta. Cuando el mal (una tentación) toma posesión de nosotros para hacerla realidad, antes ya hemos abierto ventanas, tanto espirituales, como mentales. La mente es un estanque limpio de agua, si está puro no puede nacer enfermedad en ella, pero si está contaminado, es fértil para la enfermedad del mal. Exponerte a codicia, a envidia, a adulación, a líderes egoístas, abre la puerta. A Judas, quien era quién llevaba el dinero de los apóstoles, ya se le veía su amor por el dinero.

Ese amor al dinero a veces es sutil, como cuando culpamos o nos molesta que los pobres obtengan ayudas, o cuando algunos presumen falsamente de riqueza o éxito en las fotos sociales. También está el que odia, ataca o envidia a las personas con dinero o lo contrario, las que obtienen su falso valor, al estar con ellas.

Esta semana en el escrito de Betania, Judas reveló sus tendencias de apego al dinero cuando mostró una falsa indignación por el perfume costoso con que una mujer había ungido a Jesús, diciendo : “¿Por qué no se ha vendido este perfume por el equivalente al salario de trescientos días, para ayudar a los pobres?” “Pero Judas no dijo esto porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón”, dice el Evangelio, y como tenía a su cargo la bolsa del dinero, robaba de lo que echaban en ella. Esto sucede a menudo. El ladrón juzga por su condición. 

(El relato se enfoca en el perdón, la hospitalidad y el profundo amor que la mujer demuestra hacia Jesús. Los ortodoxos, como otros cristianos, interpretan este pasaje como una ilustración de la gracia de Dios y la necesidad de arrepentimiento, no como una identificación de María Magdalena con la mujer pecadora. )

Como vemos Judas era el traidor, enjuiciaba porque para él la avaricia y el dinero eran más importantes que seguir a Jesús.  Hablaba con hipocresía porque finalmente le robó la vida misma a Jesús, a cambio de 30 monedas de plata.

Al atardecer, se sentó a la mesa con los Doce, y mientras cenaban, les dijo: “Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme”. Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno: “¿Acaso soy yo, Señor?” Él respondió: “El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a entregarme. Porque el Hijo del hombre va a morir, como está escrito de él; pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le valiera a ese hombre no haber nacido”. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: “¿Acaso soy yo, Maestro?” Jesús le respondió: “Tú lo has dicho”.

¿Cuáles son las monedas por las que cambiamos nuestra fe? ¿Cuál es el traidor en quién ciegamente confiamos a cambio de ventajas? ¿Miedo al que dirán, soledad, seguridad, falsos líderes, apatía, distracción? ¿Trabajo en algo que no me gusta a cambio de la plata? A veces somos el peor traidor de nuestros valores.

Papa Francisco en una misa pasada:

Jesús dijo: “No puedes servir a Dios y al dinero”, dos señores. Es lo único que Jesús establece y cada uno de nosotros debe elegir: o sirves a Dios, y serás libre en la adoración y el servicio, o sirves al dinero, y serás esclavo del dinero. Esta es la opción y mucha gente quiere servir a Dios y al dinero. Y esto no puede hacerse. Al final fingen que sirven a Dios para servir al dinero. Los explotadores ocultos que son socialmente impecables, pero bajo la mesa comercian, incluso con la gente: no importa. La explotación humana consiste en vender al prójimo.” -Papa Francisco

El dinero en sí no es malo, no daña necesariamente, pero nuestro apego a él, puede llevar a potencializar una cualidad negativa existente y llevarnos a la ruina espiritual. Dicen que para saber el verdadero carácter de una persona, dale poder y dinero. Existe una diferencia entre la sana búsqueda de abundancia, y el apego al dinero. Abundancia es agradecer todo, incluso lo pequeño. Se vale buscar mejorar nuestra calidad de vida, pero al colocar el trabajo por encima de la familia, por ejemplo, o estar en una relación sólo por el nombre y el dinero, vender productos de engaño o nocivos para el planeta y los humanos, todas estas son formas de dar prioridad al dinero, otra es el preocuparse demasiado por el sustento, no dar y guardar enfermizamente, cuando sabemos que Dios es nuestro único dador de pan y vida.

Vende todo y sígueme, decía Jesús.

La palabra fe, viene de fides, que es fidelidad a Dios y a nuestros principios,  a su promesa. Somos hijos de Dios, y con Dios ya tenemos todos los tesoros de este universo. Su Reino es infinito.

Gracias por leer y compartir.

Leer también Mateo 26, 14-25

Aunque ya terminamos los 40 días de escritos, por petición de todos, seguiré compartiendo estos escritos de Semana Santa hasta el Domingo de Resurrección.

Gracias por acompañarme en estos 40 días, ha sido un tiempo muy especial. Les recomiendo si pueden, que relean las lecciones. Algunas lecciones están en mi libro: Los ciclos del alma Las 12 promesas del alma. Gracias por compartir estas lecciones en los medios sociales, pueden ayudar a otros a tener un poco de esperanza en este tiempo. 

Para regresar a las lecciones.Sígueme en el grupo/canal de Instagram , para enterarte de noticias, y de las próximas lecciones. Ve a mis historias destacadas para ver oraciones, salmos, música y noticias. No olvides registrarte para recibir noticias. Dios los cuide. Para copias firmadas en EEUU. ir a Barnes & Noble o a otras tiendas según tu país, es un buen regalo para el Día de las Madres.  Gracias por compartir estas lecciones en los medios sociales, pueden ayudar a otros a tener un poco de esperanza en este tiempo. ®Derechos Reservados 2023,2024,2025Gracias por seguir la Cuaresma y por compartir, algunas lecciones son de mi libro Los ciclos del alma comparte y sígueme en las redes https://linktr.ee/sharonmkoenig 

Tengan una Semana Santa llena de reflexión.