Estamos abarrotados de información, a veces innecesaria e irrelevante para nuestras vidas. Si coloco mis manos en el pecho puedo notar que luego de ver noticias en los medios, se me alteran los latidos, es el cortisol y la adrenalina invitando a luchar o a defendernos. Para ser feliz, es importante conocerte y renovar tu mente. Esta información es importante: No eres la voz en tu mente, eres el que escucha, pero la mente puede usurpar el lugar de tu Ser y angustiarte con sus miedos, provocados por la repetición de un problema y el dar vueltas sobre el mismo tema una y otra vez. Si te despiertas varias veces durante la noche con uno de sus episodios (de la mente), sólo terminarás sintiéndote desgastado en la mañana.
Existe una triste guerra ocurriendo en el mundo, sin duda nos afecta el sufrimiento ajeno, pero después de hacer lo que tengas que hacer desde tu realidad, como enviar una donación, trabajar en política pública o recoger suministros, es importante no repetir las imágenes de destrucción. Los medios las repiten varias veces mientras escuchamos y realmente no ayuda a solucionar el problema. Necesitamos estar informados, pero no al punto de que nos afecte el estado de ánimo. Lo que enfocamos en nuestra mente crece.
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
Romanos 12,2
Necesitamos colocar nuestra mente en lo bueno y en el amor, no es negar, pero no dejarnos llevar por miedo a profecías del final de los tiempos, y en su lugar buscar la evidencia del amor de Dios en todo lo que hacemos. El primer paso es identificar la voz del miedo, la cual inmediatamente se desarma al observarla. Cuando se le descubre, el miedo es como un ladrón que sabe que se le está observando en su fechoría, y eventualmente huirá.
Recuerden que no puedes controlar los pensamientos que llegan, pero siempre puedes controlar dónde vas a colocar tu atención, porque lo que se enfoca crece y lo que se entrega a Dios, desaparece.
Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Colosenses 3,2
La repetición de una palabra, oración o afirmación positiva es un arma poderosa contra una mente en descontrol, que es cómo un niño en medio de una rabieta cuando no obtiene lo que quiere. Encuentro que la meditación pasiva es sumamente difícil cuando estás con una mente en este estado; ya que se necesita de una poderosa voluntad para no seguir el tren del pensamiento fuera de control; pero existe otra manera…
Escoge un grupo de oraciones, afirmaciones o palabras afines a tu religión. Fíjate que no las escojo por ti porque cada cual tiene sus propios elementos y símbolos familiares para hablar con su Dios. Puedes usar el Rosario, y si eres protestante puedes utilizar un collar de oración como guía. Si eres budista puedes usar un “mala” y si eres musulmán puede ser un “tasbih”. Incluso se puede utilizar un collar cualquiera que tenga varias cuentas; o los dedos de las manos, lo importante es tener la habilidad de usar una guía para no perderte o quedarte dormido en la repetición de tus palabras de amor, hasta terminar el tiempo, que puede ser entre un minuto a 20. El usar las cuentas es una guía que ha funcionado para diferentes religiones por milenios y que distrae a la mente momentáneamente para lograr el silencio. Y sólo en el silencio podemos escuchar la voz de Dios.
Las oraciones pueden ser mantras o palabras: Me acepto, Me perdono, Te invito, Te entrego,Te Permito, Te agradezco o puede ser una sola palabra como paz, amor, calma, tranquilidad o un nombre como el de ‘Jesús, Jesús, Jesús’, repetido hasta terminar el tiempo. Afirmaciones como: “Mi vida está en armonía” dichas siempre en tiempo presente y en positivo; también son poderosas. Los cristianos de oriente utilizan ‘Señor ten misericordia’.
En Los ciclos del alma, menciono que tenemos unos 60 mil pensamientos al día, la mayoría negativos, repetitivos y lo peor, muchos son inconscientes, solo lo sabes por ese malestar general. Pasos que te ayudarán:
1- Obsérvate- Durante el día “escanea” tu ser, y mira cómo te sientes, los sentimientos y las emociones no se esconden, se sienten, pero si descubrimos la causa, paramos el tren de pensamiento.
2- Muévete- Sal, camina, nada, baila, haz yoga, ejercicio.
3- Luz- Abre las ventanas. Toma un poco de sol al día cuando no esté fuerte.
4- Organiza- Desorganización afuera y hasta una cama que no está hecha, nos afecta la organización interna, y a veces lo refleja.
5- Cambia el canal- Si tienes la TV prendida como música de fondo, no tienes control de lo que tu subconsciente está absorbiendo como cierto. Las personas que ven malas noticias todo el día, sienten más miedo que las que las limitan.
6- Socializa- Sal, cambia tu espacio, sal a tomarte un te o un café con amigos positivos.
7- Vive en el presente. Respira, siente tu cuerpo, siente el agua si estás fregando, coloca tu mente en el presente.
8- Cuando venga un pensamiento negativo, enfócate y da las gracias a Dios por algo bueno.
9- Escucha música clásica, coloca una vela o incienso en un lugar seguro, coloca flores para que tu visión tenga un punto de referencia. Los rituales religiosos, no eran para agradar a Dios sino para calmarnos, enfocar nuestros sentidos y así permitirnos descubrir Su presencia, la que ya vive en nosotros.
10- Trabaja en el jardín, podar plantas, sembrar, todo esto nos conecta con la naturaleza.
11- Juega con los niños, sé niño de nuevo, o juega con tu mascota.
Santa Teresa de Jesús decía: Que nada te turbe.
Nada te turbe, nada te espante; todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta.
Gracias por seguir la Cuaresma y por compartir, algunas lecciones son de mi libro Los ciclos del alma, comparte y sígueme en las redes https://linktr.ee/sharonmkoenig
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