Dios es amor Día 1

40 días 2024

Cuando viene la Cuaresma, escucho decir: “Necesito hacer algo para estar en penitencia”, pero dejar la carne, o el alcohol es más por amor propio que porque Dios lo necesite. La iglesia antigua hasta se flagelaba, decimos varios Padre Nuestros como “penitencia”. Pero con Dios no hay castigo, lo que llamamos castigo (el dolor) es una consecuencia de caminar fuera de nuestro centro, a veces como planeta, a veces como ser humano, al final es un mundo impermanente. Pero es precisamente ese dolor de la consecuencia, lo que nos lleva a darnos cuenta de nuestro error. Si tenemos una piedra en el zapato, y no sentimos dolor, esa piedra nos destroza el talón hasta que ya no hay remedio. El dolor no es castigo, es un aviso para cambiar antes de que sea tarde.

Dios no castiga: 

«Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo, pues el miedo supone el castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente». 

1 Juan 4,18

Antes de nuestra civilización, la humanidad recurría a los sacrificios como una manera de obtener perdón o una buena cosecha de sus dioses. Era un dios vengativo. Los seres humanos Por medio han tratado probar la fidelidad a Dios por medio del dolor propio, para obtener favores y regalos. Pienso que equivocadamente todavía interpretamos que el Dios verdadero necesita de pruebas, sacrificios y mortificaciones a cambio de su amor. Entregar un cordero en aquella época era lo más elevado. Hoy en día aprendimos otras maneras de relacionarnos con Dios, como por medio de la alabanza que es la acción de afirmar Sus cualidades de amor, compasión y omnisciencia; no porque Dios necesite que le elevemos (ya está elevado y es inmutable), pero para nosotros recordar y alinearnos a su verdad. 

Lo que yo deseo de ti es fiel amor y no sacrificio. Quiero que ustedes me conozcan, no que me hagan ofrendas. 

Oseas 6,6

Lo que Dios pide de nosotros es amor, misericordia y no condenación para los demás y tampoco sacrificio. Quiere que le conozcan, no que le hagan ofrendas ni holocaustos. Esto quedó claro frente a la crítica de las violaciones de los rituales, que para los fanáticos era más importante que la compasión el bienestar humano.
Oseas 6,6
Mateo 12, 1-7

Dios no quiere sacrificios, pero todos tenemos una cruz personal, un reto, un complejo, una falta interna, ya sea física o una situación de familia. El sacrificio sucede en esos momentos en que tendremos que hacer lo que es difícil, pero mejor hacer todas esas cosas por amor, como una manera de entrega, pero no identificarnos con el sufrimiento. Tampoco hacer las cosas por el qué dirán, o por obtener aprobación, eso es martirio. 

Hacer el bien es necesario, y necesitamos ser menos para que Dios sea más en nosotros, como decía Juan el bautista, y esto a veces no nos llega natural, pero el sufrimiento no es necesario para ser amados. Sí, necesitamos sacrificar el ego, el deseo de venganza, la necesidad de tener la razón. 

La paz es un beneficio de soltar y entregar.

Sacro-oficio: Es una acción común elevada a lo sagrado, ofrecida a Dios a través del amor. Este es el contexto elevado.

Busquemos corregir nuestros errores, pero para amar a Dios no es necesario hacerlo desde la culpa o el miedo al castigo, sino desde la responsabilidad y la intención de ser mejores cada día.

Para el que ama no hay sacrificio, sino regalos del alma. Una madre cuidando a su hijo es un regalo de amor, jamás lo hace esperando algo a cambio; aunque sí existen personas que obran aparentemente para el bien, pero lo hacen esperando un beneficio, un reconocimiento, una admiración, una seguridad; solo que el amor es gratuidad.

La otra cara de la moneda es la indiferencia, el egoísmo que solo piensa en sí mismo.

El mayor sacrificio es dejar ir nuestros apegos a cambio de la sanación de Dios. Dejar el alcohol, una relación de abuso, una droga, o comer azúcar no es un sacrificio, es una necesidad. 

Amar al prójimo, buscar el bien, soltar los prejuicios, los apegos y las cadenas de injusticia. Es ser un instrumento de bien en cada lugar y momento. Los regalos de paz, Luz y amor son la consecuencia de caminar junto a Dios.

Entonces surgirá tu luz como la aurora,

enseguida se curarán tus heridas,

ante ti marchará la justicia,

detrás de ti la gloria del Señor.

Entonces clamarás al Señor y él te responderá;

pedirás ayuda y Dios te dirá:

“Aquí estoy”

Isaías 58,1

Sobre el ayuno 

“¿Para qué ayunas, si no haces caso? ”  

Este es el ayuno que yo quiero,

soltar las cadenas injustas 

liberar a los oprimidos,

partir tu pan con el hambriento,

hospedar a los pobres sin techo,

vestir a quien ves desnudo.

Isaías

Se cuenta que Jesús ayunó 40 días y 40 noches. Varias denominaciones religiosas practican ayuno, incluyendo los judíos en Yom Kippur, los musulmanes en Ramadam, los budistas, los hindúes, y los cristianos de oriente y ortodoxos, que durante el año en fechas especiales, hacen ayunos. Los católicos no comen carne el miércoles de ceniza, ni los viernes de Cuaresma. Para los ortodoxos, el ayuno dura 46 días de no comer carne roja o lácteos. Aprendí con ellos que la razón principal para no comer carne en la época de Cuaresma es hacerlo en honor a la dieta del Paraíso, ese lugar de nuestro estado de origen donde no era necesario matar para comer, donde estábamos más cerca de Dios y solo se comían semillas y frutos de la tierra. Si la salud y el médico lo permite, es un buen ejercicio en moderación. El ayuno es una maestría sobre nuestro cuerpo, nuestras emociones, deseos y nuestra mente. 

Por ejemplo, si encuentras que se te hace difícil vivir sin tomar alcohol, no te juzgues, mira nuevamente, quizás necesitas ayuda. Las adicciones no son una elección ni una irresponsabilidad según el Dr. Gabor Maté, es una búsqueda física para llenar un vacío. Lo que sí es tu elección, es aceptar y buscar ayuda para tu propio bien, y tu bien a su vez, se convierte en la armonía de tu familia. 

Igual de importante es el ayuno de la mente, los ojos y los oídos. Constantemente estamos bombardeados de odio, prejuicio, guerra, miedo, deseos desorganizados, que sin duda nos darán una indigestión y serán una pared hacia Dios. Aquello que tenemos en la mente al despertar y al acostarnos rige nuestra vida, nuestro ánimo y elecciones, mejor que sea Dios. Dios quiere lo mejor para nosotros, no quiere sacrificios sin sentido, sino que nos cuidemos del mal y amemos a nuestros hermanos, y seamos Sus manos, amar porque Él nos amó primero.

Dejar la adicción de la televisión y los medios sociales, te ayudará a conectarte con Dios.

¿Qué podemos dejar ir que sabemos que nos hace daño?

Mi Dios, permito que me muestres qué puedo cambiar, necesito que me ayudes a hacerlo, estoy dispuesto.

Gracias por seguir la Cuaresma y por compartir, algunas lecciones son de mi libro Los ciclos del alma, comparte y sígueme en las redes https://linktr.ee/sharonmkoenig

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Fotos MJ Magnum 
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Aunque los mensajes y el libro tienen la capacidad de aliviar el alma, las respuestas de la autora, el libro y su contenido no pueden diagnosticar ni sustituir un tratamiento o el consejo médico o profesional. Antes de comenzar una nueva rutina de ejercicios espirituales o físicos consulte a su médico o terapeuta. Nunca interrumpa medicamentos o tratamientos sin la debida supervisión médica. Por favor, en el caso de una depresión, ya sea suya o de alguien cercano a usted y en especial cuando observe que se tienen pensamientos suicidas o de incapacidad de manejar su vida o sus emociones, acuda inmediatamente a un familiar y busque ayuda profesional, ya que estos comportamientos, reflejan una emergencia y es importante recurrir a ayuda inmediata.

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