Día 13, Sanar las heridas

Según el cuerpo necesita tiempo para sanar una herida, así mismo, las heridas del interior necesitan su proceso, lo importante es dejar de sentir o interrumpir por medio de más sufrimiento.

Todo ser que alguna vez amó, sea a un hijo, a un padre, o a una pareja, se expuso a ser herido. Rara vez damos el poder de la herida a un desconocido. Si un borracho en la calle nos insulta, no hacemos caso, porque para ser herido en el alma, se necesita dar el permiso y el valor a la otra persona. Las heridas del alma son tan reales como las heridas físicas, a veces son superficiales, pero a veces son profundas; a veces se sanan pronto, pero otras quedan abriertas. 

Las heridas que se quedan en la piel, la mayoría sanan pronto, pero las que hieren la mente crean un surco que no olvidamos y cada vez que estamos expuestos a algo similar que nos recuerde la falta, aunque el otro sea inocente, se nos activa la herida, incluyendo las heridas emocionales, que vienen a avisarte para que no te hagan daño de nuevo. La buena noticia es que tal como el cuerpo tiene un sistema de sanación, así también nuestra alma busca sanarse. 

Una vez alguien causa una herida no puede revertirla, pero para cada herida existe un antídoto y es aprender a ver las cosas desde otra manera, mejor conocido como el perdón. Algunas personas hieren porque temen ser heridas y disparan primero (literal y metafóricamente), otras porque tienen una patología, alguna condición mental que no pueden evitar. Otras hieren por venganza, a veces a la persona que tienen al frente, y otras porque te identifican con un padre o una madre que les hirió y terminas pagando por algo que no comprendes. Otras personas hieren por ignorancia. Decía Jesús a sus atacantes; “Perdónales porque no saben lo que hacen.” 

Perdonar es elegir dejar ir el dolor del recuerdo de la falta

El apego causa heridas, por ejemplo una persona miente o evita decir alguna información para lograr que el otro se comporte de cierta manera y no le rechace, esta persona nunca puede ser auténtica, porque no ser rechazada es más importante que ser honesta. Estas personas crean una fachada y son incapaces de amar y decir la verdad. 

El apego al dinero es otra causante de heridas. Muchas personas hieren a otros y se auto destruyen al colocar el dinero y el interés personal por encima de su felicidad y la de otros. Hay personas que no aman, sino que usan a las personas para su propósito, los narcisistas son un buen ejemplo, son personas que manipulan a otros para su beneficio. Otras personas tienen apego a sustancias, y hieren a otros. En fin, que en la mayoría de los casos, el que hiere, no hiere por nuestra falta, sino por su propia falta personal, de todos modos cause un gran dolor

A veces la herida es más a causa de nuestra interpretación equivocada de lo sucedido, que los hechos. Cada cual tiene sus propios filtros, a veces más hiere lo que pensamos de nosotros sobre lo que sucedió que la misma falta. 

Existen personas que viven con tanto dolor sin procesar, que se sienten constantemente heridas. Aunque cuando algo te hace sentir mal, necesitas escuchar y honrar lo que sientes. 

Decía el Padre Larrañaga que perdonar es entender, esto no justifica al que hiere, pero puede liberar al herido.

Todo lo que coloquemos por encima de Dios, y de nuestros valores, eventualmente va a causar heridas.

A veces las heridas son consecuencias de nuestras propias acciones sin conciencia, al permitir, tolerar y no ver, pero una víctima nunca es culpable de que la hieran o maltraten. 

Dice Jesús: 

Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo les daré descansoYo soy manso y humilde de corazón, y en mi encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo (al tener conexión con Dios) es suave y mi carga (con esta conexión nada pesa) es liviana.

Las heridas tienen su propio proceso, al soltarlas y entregarlas a Dios, sin “colocar el dedo” constantemente en la herida, permitimos la sanación. Si la herida ocurriera una sola vez fuera fácil de sanar, pero el problema es que mentalmente repetimos la falta recreando todo el dolor nuevamente. Si no puedes parar de repetir este pensamiento constante, hace falta ayuda profesional. 

Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas

Salmo 147,3

Algunas lecciones son de mi libro Los ciclos del alma

También es importante reconocer cuando ya tus amigos, la familia, el sacerdote o el pastor no pueden ayudarte y es preferible además de todo este apoyo espiritual y familiar, buscar ayuda profesional, es normal como le decía a un lector, y hasta yo misma en momentos, he necesitado una ayuda neutral profesional. Debe ser normal y aceptado buscar un psicólogo en un momento de necesidad.

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Sharon M Koenig /heaven on
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Fotos MJ Magnum 
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Aunque los mensajes y el libro tienen la capacidad de aliviar el alma, las respuestas de la autora, el libro y su contenido no pueden diagnosticar ni sustituir un tratamiento o el consejo médico o profesional. Antes de comenzar una nueva rutina de ejercicios espirituales o físicos consulte a su médico o terapeuta. Nunca interrumpa medicamentos o tratamientos sin la debida supervisión médica. Por favor, en el caso de una depresión, ya sea suya o de alguien cercano a usted y en especial cuando observe que se tienen pensamientos suicidas o de incapacidad de manejar su vida o sus emociones, acuda inmediatamente a un familiar y busque ayuda profesional, ya que estos comportamientos, reflejan una emergencia y es importante recurrir a ayuda inmediata.

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