No existen palabras para calmar el alma cuando un ser querido se va, pero podemos cambiar un poco nuestra perspectiva sobre la muerte. Tememos lo que no conocemos, pero la fe en un mundo nuevo luego de la vida nos brindará la paz. Somos almas revestidas de un cuerpo temporero con fecha de expiración. Los muertos no son muertos, son compañeros de viaje que adelantaron su vuelo de regreso a casa. Se debe festejar más la partida que la llegada, sinembargo el pensar que solo existe este mundo material nos hace pensar que la muerte es el final, cuando sólo es el comienzo.
Ni la muerte ni la enfermedad son castigos de Dios, sino que son Ley de la vida. Los árboles no sufren al dejar ir sus hojas, son parte de la naturaleza y de los ciclos de la vida. Cuando alguien se va, Dios usualmente nos premia con alguien o algo que llega, nunca nos deja desconsolados y si miramos de cerca, dentro de la experiencia de la partida siempre hay un regalo, si podemos verlo.
La mejor manera de honrar a un ser que ha partido es viviendo plenamente nuestra vida en la tierra en el ahora. Para evitar el sufrimiento, se da el amor total en vida, para que en la partida, el mal sabor de lo que pensamos que no se dio, no se ahogue en lagrimas de angustia. Nunca es tarde, porque realmente los seres que han muerto siempre pueden escuchar un perdón, con la intercesión de Dios en cualquier momento.
Sentir tristeza es algo natural y temporal que sana eventualmente y aunque el sentido de la pérdida de un ser querido jamás se va, el sufrir indefinidamente y enterrarnos con el que se ha ido, va en contra de la naturaleza del amor y de la vida. El dolor más grande es pensar que pudo haberse evitado. Todos tenemos una hora. Algunos equivocadamente piensan que el dolor y la angustia, mantendrán a nuestro lado al ser que ha partido. En cierta manera es cierto, pero en lo negativo, ya que nuestro apego puede atrasarlos en su viaje; les carga el alma y nuestra tristeza no podrá cambiar lo ocurrido. Igualmente a veces el sufrir viene por pensar que algo pudiéramos haber hecho para evitar la muerte o retrasarla, pero todavía nadie ha podido robar suspiros al tiempo, cada cual tiene su hora.
Hoy recuerda a los seres que se fueron con amor, enciende algunas velas, habla de sus historias, escribe una carta pidiendo perdón o perdona, o expresa con un pensamiento aquello que no se llegó a decir en vida. Haz un proyecto de ayuda en su nombre, tus acciones buenas en la tierra, repercuten con todos los seres de tu cuadro familiar, vivos o muertos. Ellos te escuchan, no están lejos, sólo están detrás de un velo.
Velas, flores, o una cena compartida con amigos y familiares recordando al que se fue, es perfecto. Recuerda que la oración igualmente eleva el alma.
La oración a Dios es como una luz de bengala enviada al cielo, que siempre nos responde con un bálsamo de paz para calmar el alma, es inexplicable, pero sucede, pedir a Dios.
Hoy da las gracias por el tiempo pasado con ese ser querido que partió, haya vivido poco o mucho, el tiempo es un regalo y cuando es corto a veces se valora más, por eso agradecer por los que están a nuestro lado. La vida es fugaz como la llama de las velas, por eso es importante vivir hoy, porque la vida es un regalo, pero la muerte también lo es porque es el principio de la vida eterna con Dios. Eterno no es un largo tiempo, sino que es un estado donde ya no hay tiempo, como diría Agustín de Hipona
Dejar ir a los que han partido, viviendo nosotros el presente es el mejor regalo. Ya no podemos darles cosas físicas, pero nuestra paz y dicha junto con nuestras oraciones por su alma, son el mejor regalo y lo único que puedes dar a alguien que partió.
La muerte sólo es la vida detrás de la vida. La muerte es solo la nueva vida cuando se levanta el velo.
“Hoy entrego esta alma a Dios y doy gracias, hoy en su nombre voy a vivir mi más alta expresión en la tierra. Ya nos veremos pronto en el cielo, pero por ahora voy a vivir plenamente el tiempo que me queda en la tierra. “
Amén
Lecciones de mi libro Los ciclos del alma https://sharonmkoenig.com/links
Gracias por tus palabras, me ayudarán en estos momentos q estoy enfrentando la partida de mi mamá.Ha sido muy duro y difícil, pero sé que es un proceso. Y Dios me dará paz y fortalezam
Los que partieron cumplieron con el proposito Que Dios les instalo en su corazon y nos abrieron las puertas para continuar viviendo nuestro proposito “Proposito de Dios”